ESTRAGON: Let's go.
VLADIMIR: We can't.
ESTRAGON: Why not?
VLADIMIR: We're waiting for Godot.

Samuel Beckett
Waiting for Godot

jueves, 9 de febrero de 2012

marilondrinas

las mariposas de mi patio se han transformado en golondrinas fugaces
han colgado los tonos vivos y adoptado el frac como traje de gala
empeñado las antenas brillantes por un plumaje más sobrio
aquella mañana de un invierno insólitamente frío, en su batir arrítmico de alas decidieron que no podían perseguir las cometas con tan frágiles extremidades, que la voz de ese dios que veneraban resultaba inalcanzable a su vuelo
y las mariposas estaban tristes...
se les escapaban los azules, verdes e infinitos
no sonaban ya las cancioncillas que acompañaban el baile de aquellos seres hipnóticos
no palpitaban más sus corazoncillos -deben de tener uno las mariposas, ¿no?-  al vaivén del viento que las lleva
                                                           arriba
                                             arriba
                            arriba
          arriba  
                                                        abajo

como golondrinas, sí
como golondrinas...
ese día decididieron que subir y bajar no era suficiente si no podían servir de pareja de vals a las coloridas cometas
saltaron al vacío, plegaron sus alas, cerraron sus millones de ojos y se dejaron caer
          abajo 
               abajo
                    abajo
notaron cómo de sus escamosas alas iban brotando negras plumas afiladas
cómo su lengua retráctil se acortaba y endurecía formando un precioso pico
el pasado mudo desaparecía de repente ante el sonido de una armonía deliciosa que emanaba de sus pequeñas gargantas
su voz... su voz era aguda como un violín, bucólica para pensativos y soñadores apoyados en el alféizar recordando su niñez, en un parque lleno de cometas
ellas colgaron los tonos vivos, se pusieron el frac
y finalmente dirigieron la orquesta del cielo




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